La cultura oficial y la invisibilidad del pueblo williche

Marcelo Javier Neira Navarro

Algunos pueblos originarios existen en la actualidad.  Y existían antes de la llegada de los europeos “conquistadores” hace 500 años.

Los pueblos originarios, pese a tener ciertos rasgos culturales compartidos, han sido grupos que han poseído distintas identidades. Precisamente por eso constituyeron una variedad de pueblos con distintas culturas.

El pueblo mapuche está lejos de ser uno solo.  En relación al pueblo wuilliche, este sería un vocablo que específicamente posee una acepción territorial, digamos, “hombres del sur”.  Y no es una acepción racial.

Las diferencias entre grupos son muy patentes al interior de un territorio como el de la actual provincia de Osorno y también en el resto del territorio entre Valdivia y Chiloé.  

En efecto, la distinción en la variedad de grupos humanos culturales, al parecer fue un problema de proporciones para los primeros europeos. Así, por ejemplo, durante el siglo XVI sobresalen los relatos de Jerónimo de Vivar, Alonso de Góngora Marmolejo y Pedro Mariño de Lobera, tres cronistas que, por cierto, mezclan su carácter de colonizadores con el de militares.  En esta primera temprana fase, los europeos son incapaces de hacer alguna distinción precisa de las poblaciones humanas que vieron.  

Entre el siglo XVII y XVIII, se observan descripciones de cronistas con mayor preparación intelectual y surgen ciertas diferencias para distintos grupos.  En el caso de los wuilliches, por ejemplo, incluso surgen importantes identidades, dependiendo del territorio.  El jesuita Diego Rosales, que escribe en 1674, reconoce estas diferencias y las registra por primera vez.  Para el caso de los williche, incluso distingue entre los cunco y los que llama “los osorno”.

En el siglo XVIII, estas distinciones fueron frecuentes.  José Pérez García, que escribe principalmente a fines de la segunda década del siglo XVIII, reconoce los Pichi-huilliches o cuncos o chonos.  En cualquier caso, esto podría demostrar el alcance territorial de los williches o cuncos, que llegaba hasta la isla de Chiloé.   

No obstante, a fines del mismo siglo XVIII, estas mismas diferencias igualmente comienzan a diluirse en las referencias de cronistas y viajeros de la época.  Esta pérdida de las distintas identidades se profundiza durante buena parte del siglo XX hasta la actualidad.  Y todo esto, en favor de los mapuche.  

Para el Censo de 1992, El Consejo Nacional de Pueblos Indígenas, propuso catalogar de tales a quien descendiera de una cultura originaria, portara apellido o estuviera casado con algún miembro de alguna etnia. Se apeló a la idea de “autoidentificación”.  Pero, las categorías de pueblos originarios disponibles se remitió a mapuche, aymara y rapanui (Instituto Nacional de Estadísticas, Estadísticas sociales de los pueblos indígenas en Chile.  Censo 2002, Programa Orígenes MIDEPLAN-BID, Santiago, 2005, pág. 7 y 8).

Sin embargo, a partir de 1993, el pueblo wuilliche y parte de su estructura política fue reconocida por la Ley que crea la Corporación nacional de desarrollo indígena.  En efecto, en los Artículos 60 y 61 se señala:

“Artículo 60.- Son mapuches huilliches las comunidades indígenas ubicadas principalmente en la X Región y los indígenas provenientes de ella.

“Artículo 61.- Se reconoce en esta etnia el sistema tradicional de cacicados y su ámbito territorial.  Las autoridades del Estado establecerán relaciones adecuadas con los caciques y sus representantes para todos aquellos asuntos que se establecen en el Párrafo 2° del título III y en el Párrafo 1° del Título V” (LEY 19253, Establece normas sobre protección, fomento y desarrollo de los indígenas, y crea la Corporación nacional de desarrollo indígena, 28 de octubre de 1993, url., https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=30620).

Precisamente, la mencionada Ley 19.253, permitió el reconocimiento de ocho pueblos indígenas, los que efectivamente fueron considerados en el Censo de 2002.  El principio aplicado en la oportunidad fue el de “pertenencia”.  Y el criterio de pueblos fue ampliado de 3 en al 1992 a 8, considerando a los alacalufe (kawaskar), atacameño, aymara, colla, mapuche, quechua, rapanui. yámana (yagán), ninguno de los anteriores”.

Como se observa, en ninguna parte se menciona “huilliche” o “cunco”.  Simplemente, se utilizó la categoría “mapuche” como una de los ocho pueblos reconocidos.  

Para demostrar la amplitud de esta especie de “miopía” en desmedro de los williche, a la par que la institucionalidad estatal, dos reputados historiadores que publican en 2014, respecto de los pueblos originarios señalan que,

“En chile existen comunidades cuya lengua, religión, valores e historia difieren del resto de la población.  Desde hace siglos ocupan (y se identifican) con el mismo territorio.  Se les conoce con el nombre de etnias indígenas: aymara, mapuche, qawascar, yámana, quecha, colla, atacameños y rapa nui” (Gabriel Salazar y Julio Pinto, Historia contemporánea, 5 vols., Vol. II, Actores, identidad y movimiento, Editorial LOM, Santiago, decimoquinta reimpresión, 2014, pág. 137).

Pero hay más.  A propósito de la posibilidad de una nueva Constitución, en enero de 2019, se promulga la “Ley de escaños reservados para pueblos indígenas”, entendidos como los Aimara, Mapuche, Rapa Nui, Quechua, Lican Antay o Atacameño, Diaguita, Colla, Chango, Kawashkar y Yagan o Yámara. En este último documento, la palabra mapuche es citada 7 veces.  

Lo que ocurre es un fenómeno de “inconsistencia cultural” propio del fenómeno hegemónico.  En la actualidad la omisión al pueblo huilliche sigue siendo una práctica común, principalmente cuando la institucionalidad se refiere a los “pueblos originarios” y al mapuche.  Esta última, una categoría racial, pero de escasa potencia o pertinencia cultural, sobre todo, en la zona de Valdivia hasta Chiloé.

Pese a que a fines del siglo XX y comienzos del XXI, la historia y las disciplinas sociales se han desarrollado de manera interesante, todavía es posible advertir lo que podría ser “miopía epistemológica”.

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Mario Poblete, Sociólogo, Magister en Sociología y Doctor en Sociología, Asesor técnico del Parlamento de Chile., Artículo, “Huilliche. Consideraciones sobre su similitud y diferencia respecto de los Mapuche en Chile”, publicado originalmente en Portal Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, URL., https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/29427/1/BCN_Huilliche_final.pdf