LAS BANDAS DE GUERRA COMO PATRIMONIO DEL SUR DE CHILE

Marcelo Javier Neira Navarro

En el mundo prehispánico americano los aztecas pudieron desarrollar instrumentos musicales como el bastón, sonajas, tambor de un parche, cascabel, entre otros; los incas, algún tipo de flauta, tambor y trompeta; los mapuche, el kultrun, el Kunkullkawe (arco), makawa (tambor) y una variedad de aerófonos (pifülka, piloilo, trutruka, nolkíñ).  En este último caso, lo esencial, es que las evidencias respecto de la constitución de prácticas grupales solo surgen a partir de fines del siglo XIX y comienzos del XX, época en que también asimilan una serie de instrumentos europeos.

Desde la óptica de la historia nacional, el desarrollo de la música chilena grupal pasó por cuatro fases hasta la actualidad.

La primera, a partir de la conquista en el siglo XVI con la presencia de “trompeteros” de las huestes españolas.  Los siglos coloniales fueron de escaso desarrollo musical.  Pitos, tambores, atabales, chirimías y las trompetas de ordenanza bastaron para las prácticas musicales militares que básicamente consistían en la bienvenida a nuevos Gobernadores y Obispos.  A partir del siglo XVII, el ámbito eclesiástico incluyó el Clave y el Piano. Si bien, hasta el siglo XVIII, se podría decir, todo fue militar, eclesiástico e individual, desde comienzos del siglo XIX surgen las bandas militares y comienzan a dominar el espectro musical chileno, debido a un fuerte estímulo dado por el gobierno republicano, principalmente a partir de la década de 1830, consolidando el dominio de las bandas militares, aunque durante la segunda mitad del mismo siglo, surgirán lentamente organizaciones de simples civiles.

Pero en el sur de Chile, desde la mitad del siglo XIX, comenzó a fraguarse un interesante fenómeno cultural.  Este se inició en la ciudad de Valdivia y Osorno, alcanzando a Melipulli, actual Puerto Montt, extendiéndose hasta Chiloé.  Además de su autonomía de lo que estaba ocurriendo en el centro del país, sobresalen la influencia de inmigrantes germanos, de Compañías de Bomberos y también por iniciativas de civiles, aunque en menor grado.

Luego, entre el fin del siglo XIX y comienzos del XX, se observan bandas organizadas principalmente por civiles en todo el territorio sureño ya señalado.  En esta fase todavía dominan la configuración de Clubes, el impulso de las Compañías o Cuerpos de Bomberos y la presencia de apellidos descendientes de germanos, aunque también se presentarán casos de bandas impulsadas por la propia comunidad o por algún vecino benefactor.

El último sub proceso de evolución, se desarrolló entre las primeras décadas del siglo XX a la actualidad.  Salvo raras excepciones, se caracterizó por el desaparecimiento progresivo de la influencia de descendientes germanos, también de las Compañías de bomberos y de los Clubes musicales de civiles.  En su reemplazo, surgen algunas organizaciones municipales, pero principalmente, van a proliferar bandas de niños, niñas y jóvenes de instituciones escolares.  Este flujo, que supera la exclusiva adultez y masculinidad, puede ser explicado por la convergencia de tres fenómenos históricos de distinta cobertura y espesor. El más importante y de larga duración, el desarrollo de las “bandas de guerra” que se venía operando con las agrupaciones propiamente militares. Aunque también concurren dos fenómenos de coyuntura. Se trató de la Guerra del Pacífico –que por un par de años, su mayor aporte será “el amor y orgullo a la patria”– y la fundación del movimiento Scout –cuya influencia se mantiene hasta los años 1960 o 70, pero que a partir de la de los 80 decae notoriamente. 

En consecuencia, como resultado de múltiples y complejos procesos históricos de larga, mediana duración y coyunturales, en la actualidad dominan las mal llamadas “bandas de guerra”, en menor medida se aprecian también “bandas sinfónicas”, aunque del mismo modo no es raro encontrar ensambles en la relación “banda de guerra – instrumental” o viceversa.  Esta evolución, las convierte en un patrimonio cultural inmaterial de proporciones, tanto en la región de Los Ríos como la de Los Lagos.