¿UN CORREDOR GEO-BIOCEÁNICO EN LA REGIÓN?

Marcelo Javier Neira Navarro
Encargado de cultura
Municipalidad de San Juan de la Costa

               Tradicionalmente se ha creído que la Cordillera de los Andes ha impedido el contacto entre Argentina y Chile.  Esto es cierto y al mismo tiempo relativamente falso.  Es cierto en el norte del país.  Y menos cierto a medida que se avanza hacia el sur.   Por eso en nuestra zona los contactos entre ambas partes pueden ser calificados de múltiples.

              Lo correcto sería entender la cordillera de los Andes como una “zona de frontera”.  Noción distinta a la de “frontera” que se nos ha inculcado por medio de nuestro sistema educacional a lo largo ya de dos siglos.  Una frontera se la supera.  En la medida que se derrote los peligros y se sobreviva o se cumplan los requisitos impuestos por quienes la controlan.  La “zona de frontera”, en cambio, tiene que ver más bien con un lugar de tránsito; ciertamente, de difícil paso.  Sin embargo, esa misma dificultad, permite la construcción de relaciones y vínculos humanos.  Aunque intermitentes, muy sólidos.

              En efecto.  Localmente, el paso “Cardenal Samoré” permanece abierto la mayor parte de los días del año.  Y por ello se constituye en el paso con más potencial de transferencia de mercancías y personas a lo largo de toda la Cordillera compartida por Argentina y Chile.   El paso “Cardenal Samoré”, en consecuencia, se constituiría en el más importante corredor geoeconómico entre Chile y Argentina.  

                Actualmente, la Región de Los Lagos pose a lo menos siete pasos.  De sur a norte, Paso Río Encuentro, Futalefú, Río Puelo, Río Manso, Vuriloche, Perez Rosales (Peulla), incluido el Cardenal Samoré.  Este último es postulado como parte central de un corredor que conecta la Región de Los Lagos y la Provincia del Rio Negro y pone en contacto directo a las ciudades de Osorno y Bariloche.

              Sin embargo, a lo largo de toda la Cordillera y, digamos, a lo largo de la “frontera política” argentino-chilena, igualmente existen “otros” vínculos.  Pasos no oficiales.  Incluso clandestinos.  Todos ellos, han sido ocupados desde siempre por los indígenas que habitaban estos territorios antes y después, mucho después de la llegada de los españoles.  Durante la primera mitad del siglo XIX, en que se configuran en Latinoamérica los proyectos de Estado nacional, durante también la segunda mitad del mismo, en donde se expande el mismo Estado y todavía, durante prácticamente todo el siglo XX, en donde parece consolidarse el Estado nación y dependiendo de coyunturas de inestabilidad política, esos mismos pasos clandestinos o boquetes se han convertido en verdaderas puertas a la vida y la libertad para los que escapan de la persecución política.  Además de todo, estos mismos pasos clandestinos y “boquetes”, seguramente son ocupados con regularidad por otros que escapan, incluidos traficantes y delincuentes.  Pero los pasos clandestinos o los “boquetes” no constituyen parte del saber oficial.  No son parte del saber librezco o educacional.  No pueden serlo dado que constituyen parte de actividades “no oficiales”, no legales o francamente ilegales.  Sin embargo, son parte de un saber social y seguramente forman parte de la cultura alternativa, no escrita y por tanto asociada a la oralidad. 

              Junto a los pasos y boquetes, existen otro tipo de vínculos que pueden ser llamados corredores.  Más allá de su uso cotidiano, el concepto de corredor posee una enorme variedad de aplicaciones desde el punto de vista intelectual y científico.  El significado primitivo se relaciona al intercambio exclusivamente comercial.  Pero la acepción de corredor se ha ido ampliando. 

              Desde el punto de vista ecológico o biológico, un corredor es una vía de conectividad entre distintas áreas biodiversas.  Un corredor turístico, por su parte, permite la conexión y el establecimiento de circuitos entre distintas zonas de atracción precisamente turística. Mientras que un corredor vial, permite el flujo de transporte, de personas, mercancías, lo que termina asociándolo a un impulso comercial.  Un corredor geográfico, por su parte, corresponde a un eje que permite la comunicación entre dos regiones.  Este contacto tiene o puede tener raíces históricas.  Lo anterior necesariamente implica que esta relación ha sido permitida por condiciones geográficas con cierto nivel de conectividad.  Y todavía, a partir de ciertas condiciones de modernización y disposición tecnológica, puede ser mejorado para permitir el transporte. 

                El corredor bioceánico, por último, permite contacto entre distintas regiones rivereñas de océanos.  Este contacto normalmente se constituye a partir de rutas trazadas y en el caso latinoamericano, permiten conectar sectores costeros ubicados, tanto en el lado Pacífico como Atlántico.  La noción de corredor bioceánico se constituye en alternativa y estrategia de desarrollo de procesos de integración de países y regiones.  Según Inostroza y Bolivar,

“El concepto de ´corredores bioceánicos´ convoca tres dimensiones significativas: su realidad territorial, la multimodalidad de dimensiones innovadoras que evoca y, el ser, en determinados casos, objeto de políticas y estrategias de integración subregional.  Desde hace muchos siglos y, en especial, en sus formas contemporáneas, los corredores bioceánicos suponen territorios donde fluye lo más avanzado del desarrollo mundial.  Estrechamente ligados a los corredores se desarrollan complementos o requisitos imprescindibles como las vías de comunicación y transporte de todo tipo, los corredores comerciales, industriales y turísticos que se relacionan a los trazados viales y el desarrollo de grandes centros de desarrollo como son las ciudades tecnológicas” (Luis Inostroza Fernandez y Augusto Bolivar Espinoza, Corredores bioceánicos: territorios, políticas y estrategias de integración subregional, Análisis Económico, segundo cuatrimestre, año/vol. XIX, número 041, Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco, Distrito Federal, México, pp. 153-174).

De todas las nociones de corredor importan la de corredor geográfico y la de corredor bioceánico.  Entonces se podría decir que, más allá de todos los pasos que hoy se observan en la Región de Los Lagos, también existe un corredor geo-bioceánico.  Posee antecedentes históricos de distinto tipo.  Este corredor, tanto en el lado chileno como argentino se extiende, poco más o menos, por el paralelo latitud 40º sur.

A la largo de la frontera política entre Argentina y Chile, básicamente existen el Corredor Valparaíso, Santiago, Mendoza, Buenos Aires; la Serena, con al menos tres variantes: Porto Alegre, Montevideo y Buenos Aires y el Corredor Cardenal Samoré.

Este último correspondería a un “Corredor histórico”.  Con una data en edad geológica imprecisa en millones de años, permite la existencia el Complejo “Lago Llanquihue y Nahuel Huapi” que puede ser considerada una sola unidad geográfica, asociada a una cordillera de los andes sensiblemente más baja que el resto a partir de la zona de Valdivia al sur.  Esta geografía, igualmente permite explicar flujos migratorios como las del Gonfoterio, típicamente rioplatense pero cuyos restos igualmente han sido encontrados en la zona de la actual Osorno.

Con una data imprecisa, pero que puede abarcar igualmente millones de años, se puede identificar la también actividad y flujos migratorios de williches o cuncos a uno y otro lado de la cordillera. La misma presencia del complejo “Lago Llanquihue”, se complementa con la del cajón del rio Petrohué, al cual se podrían explicar la existencia de varios pasos de menor importancia relativa como Vicente Pérez Rosales, Vuriloche y todavía, algunos boquetes.  Por otro lado, durante buena parte del periodo colonial tardío, digamos, siglo XVII y XVIII, emergió la llamada “ruta de los jesuitas”; a fines del siglo XIX y comienzos del XX, en donde florece la actividad de la Empresa Chile–Argentina, cuyo dueño el chileno Carlos Wiederhold, ostenta ni más ni menos que la fundación de “San Carlos de Bariloche” en Argentina.

PROPUESTA DE CORREDOR GEOBIOCEANICO

El corredor existente en latitud 40° sur, posee las siguientes características:

i) Esencialmente es una posibilidad de corredor geográfico.  

ii) Pero el corredor no es bioceánico en estrictio rigor, aunque puede alcanzar esa categoría.

iii) Ciertamente es un corredor geográfico, pero tiene un componente principalmente cultural.  Esto es, aprovechará ciertas condiciones geográficas para extender la noción al plano cultural.

iv) El corredor de latitud 40 sur es cultural, potenciado principalmente por una actividad deportiva y turísca.  

v) De este modo, la construcción del corredor bioceánico, en tanto cultural, requiere de un proyecto que al menos requiere de los siguientes objetivos:

a. Gestionar el proyecto NORPATAGONIA BIOCEÁNICA: COMPETENCIA DE CLASE MUNDIAL y,

b. Gestionar el proyecto NORPATAGONIA BOCEÁNICA: CLASE TURÍSTICA

c.- Terminar la construcción de la ruta 215 de dos vías y,

d.- Construir una aduana con una mirada de futuro.

Desde hace ya unos 20 años, ha habido una serie de esfuerzos de parte de las autoridades políticas locales que en distintos momentos han puesto el tema del Corredor bioceánico sobre la mesa. Aquí presentamos varios ejemplos:

I.-

En el primer periodo de la administración municipal de Osorno correspondiente al alcalde Bertín y en el que el Sr. Bernardo Candia se desplegó como gobernador de la Provincia de Osorno, se produjeron una serie de reuniones y encuentros de autoridades argentinas y chilenas que dieron por resultado variados acuerdos:

  • Doc 1
  • Doc 2
  • Doc 3 en construcción

II.-

En un periodo posterior, en el de la segunda administración del alcalde Bertín de Osorno y el primer periodo del alcalde candia en la Municipalidad de San Juan de La Costa, el proceso de acercamiento con los vecinos argentinos no fue tan productivo como el primer periodo, aunque existió clara voluntad política local:

III.-

Durante la segunda administración del Presidente Piñera, varias autoridades oficialistas igualmente expresaron interés por la idea del Corredor bioceánico y aunque se comprometiero a obtener algunos resultados, fue poco o nada lo que se avanzó:

IV

Y muy recientemente, el alcalde Bernardo Candia nuevamente ha puesto en el debate la idea de Corredor, haciendo mención a la necesidad de avanzar y terminar la ruta 215 y la aduana. De acuerdo al Portal web Osornoenlared.CL,

“Como una “medida fundamental” calificó el alcalde de San Juan de la Costa, Bernardo Candia, levantar el proyecto de “Ruta 215, doble vía concesionada”, el cual permitiría mejorar los trayectos tanto de visitantes trasandinos como de la comunidad en los ejes que unen las 7 comunas de la Provincia de Osorno.

“Hace algunos días se dio inicio a las obras que permitirán remodelar el actual Complejo Fronterizo Cardenal Antonio Samoré, que vienen a consolidar estas instalaciones como un paso internacional, por lo que este proyecto de mejoramiento de la ruta 215, permitiría lograr la consolidación de un corredor bioceánico, permitiendo un mejor intercambio turístico, económico y cultural.

“Se trata de un proyecto que se viene trabajando hace mucho tiempo porque Osorno como provincia está construida en dos ejes fundamentales, el eje transversal que va desde el atlántico al pacifico con las comunas de Puyehue, Osorno y San Juan de la Costa y la ruta norte sur que une las comunas de San Pablo, Rio Negro, Purranque y Puerto Octay” (Alcalde de San Juan de la Costa pide retomar mesa público privada para concretar proyecto de Ruta 215, URL., http://osornoenlared.cl/2022/09/12/alcalde-de-san-juan-de-la-costa-pide-retomar-mesa-publico-privada-para-concretar-proyecto-de-ruta-215/, 13 de septiembre de 2022).