Prof. Jorge Zepeda Araya,
Centro Para el Progreso de la Provincia de Osorno (CENPRO)
El lanzamiento de un libro es un acontecimiento cultural que debiera interesar a toda una comunidad.
Digamos en primer lugar que el libro es un objeto compuesto por una cantidad de hojas sostenidas por un sistema de encuadernación y portadas. (Pensar que para llegar a esta sabia conclusión estudié e investigué más de 70 años de mi vida). Bueno seria que fuera tan simple definir un libro. Aunque es increíble hay gente que solo los mira de esa manera, recuerdo que una vez un conocido con mucho dinero me pidió que lo asesorara en la decoración de su nueva y opulenta mansión y me dijo que quería libros y cuadros de artistas ¿Qué tipo de libros y cuadros le pregunte? Y me respondió encogiéndose de hombros, no me interesa yo quiero darle un toque intelectual a la decoración y no tengo intenciones de leer ni de mirar los cuadros, tú sabes que estas cosas hablan bien de las personas, le dan prestigio al igual que las cabezas de ciervo en las paredes y las alfombras de piel de oso en los pisos o el brillo de los oropeles de una corona.
No quise sacarlo de su santa inocencia e ignorancia. Un libro es un contenedor de pensamiento, ideas, conocimientos, sueños, historias, poesía, ficción, etc.. El libro es una puerta que se nos abre al mundo y a la mente de las personas que los escriben.
Un libro es una invitación a conocer y sobre todo es el mejor antídoto (vacuna para estar a tono con los tiempos) contra la peste de la ignorancia, un libro es un fanal de luz que ilumina la oscuridad en la que viven muchos seres humanos, un libro es una apuesta hacia futuro.
Ahora que está tan de moda La Inteligencia Artificial, ¿será capaz de escribir libros del peso intelectual como “Don Quijote de la Mancha”, “Cien años de soledad”, “Crimen y castigo” y muchos otros? Por el momento NO, en el futuro podría ser, pero yo ya no estaré en este mundo para lamentarlo.
El tiempo que dispongo es breve así es que vamos al tema:
Este libro que presento a ustedes es un texto académico, por tanto, hecho con el rigor de un académico, abundante en citas y por tanto un repositorio de información sobre algo tan sencillo como es la “Chicha de Manzana” tan bien documentado que perfectamente podría ser el documento con el cual se podría postular este brebaje como tesoro patrimonial, lo cual, en mi opinión, se hace perfectamente posible.
La UNESCO define el patrimonio como “Los usos representaciones expresiones conocimientos y técnicas junto con los instrumentos objetos artefactos y espacios culturales que les son inherentes y que las comunidades los grupos y algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural este Patrimonio Cultural Inmaterial…etc “.
El problema que tienen estas definiciones tan extensas y detalladas es que siempre va a quedar algo o alguien afuera, por tanto, la definición de la UNESCO, con todo el respeto que me merece tan alta institución internacional, complica más que define este tema.
Cuando yo como profesor enseñaba este tema a mis alumnos durante mi vida académica solo decía algo tan simple como “El patrimonio es una mochila que se nos entrega a todos por el solo hecho de que nacer en un lugar, en un territorio, terruño o pago”. En esa mochila está nuestra identidad, está nuestro Ethos nuestro carácter, nuestro sentido de pertinencia, tanto en lo bueno como en lo malo, subrayo lo último, los chilenos tenemos virtudes y defectos (para bien o para mal son parte de nuestro patrimonio. Hay cosas de las que nos enorgullecemos y hay otras que tratamos de barrer bajo de la alfombra. Ejemplos.
Parte importante de esta mochila son las costumbres, los usos y modales etc. Y para los efectos de este escrito, la gastronomía y la artesanía, encajan en la categoría de patrimonio, para ello es necesario que se cumplan algunos requisitos: que sus inicios se pierdan en la noche de los tiempos, sin autor conocido y que lleguen a nosotros como producto de la transmisión de generación en generación, cuya fabricación o producción sea de carácter elemental, con máquinas rusticas, herramientas, procedimientos y recetas que se manejan reservadamente, y que se utilicen en determinadas comunidades de un territorio.
La chicha de manzana
La verdad es que, en este tema, vale decir el de “los brebajes con picardía” el ser humano ha demostrado una creatividad extraordinaria para inventar o fabricar estos líquidos estimulantes del ánimo, que sirven para matar las penas, para cambiar las realidades, para transformar en juergas la más inocente de las fiestas, sea un bautizo, un cumpleaños, un matrimonio o un funeral y si no hay pretexto igual lo inventamos (¿Existirá el día de la Chicha de manzana?).
Con la Chicha la amistad entre los bebedores se acrecienta, se suelta la lengua de los hablantes hasta extremos que suelen terminar en grandes peleas.
La Chicha según relata el libro que presentamos es propia de muchos pueblos y como, no solo de manzana vive el hombre, todo sirve la arveja, la miel, el chupón, etc y cualquier fruto abundante en azúcares que son las que fermentan. La Cerveza y la hidromiel datan de tiempos inmemoriales.
Los reos de la cárcel la fabrican de cualquier cosa que cae en sus manos: el tetereque (jugo yupi para hacer más digestible el alcohol hecho de los más variados cereales). La chupilca del diablo en la guerra del pacifico, el mezcal en México, la ayahuasca en Perú (alucinógena en extremo) el pájaro verde, el muday y el Chinchifí de nuestros pueblos originarios que constaba de un agua con menta o yerba buena a la cual se le agregaba una pasa y un poco de levadura (era muy utilizadas por las comunidades de Carahue en la Araucanía) son ejemplos de esta nutrida carta de brebajes que se prueban en Chile de Arica a Punta Arenas y la Antártida (conste que no cito aquí los vinos, los destilados ni los macerados, porque me extendería mucho).
La chicha fácil de hacer: recoger la manzana chichera o chanchera del suelo no del árbol, rallarla y poner el producto en sacos de yute para luego ser prensada en un torno hecho de madera que depositaba la lagrimita (la primera gota) de jugo de manzana que luego llenaba bateas de madera las que se envasaban y se dejaban fermentar dando lugar a una bebida que va haciéndose transparente con el tiempo hasta adoptar un color claro y un sabor ácido que muchos bebedores llegan a “mascar” y saborear como si fuese ambrosía de los dioses.
Aunque la Biblia no especifica la fruta exacta, en Genesis capítulo 2, versículo 9, la idea de una manzana ha sido ampliamente popularizada en la cultura occidental como el fruto prohibido a través de la representación artística y la tradición. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la Biblia no menciona específicamente una manzana como la fruta prohibida ¿Sería entonces la manzana el “fruto de la sabiduría”? (tengo unos amigos chicheros que son harto sabios).
Sir Isaac Newton en el siglo XVII, sostiene el vulgo, habría instituido la ley de gravedad a partir de una manzana que cayó sobre su cabeza mientras dormía siesta bajo un manzano (obvio), lo cierto es que es un árbol generoso que aquí en chile fue traído por el conquistador, árbol que aquí en el sur fue más generoso que en sus propias tierras de origen y eso dio pie para que en el tiempo actual podamos ser beneficiarios de esta pequeña y económica joya que nunca se le niega a nadie, ricos, burgueses y esclavos la bebían al igual que en estos tiempos.
Todas estas reflexiones están motivadas por el estupendo trabajo de mi amigo Marcelo Neira. Encontrarán en este libro no solo el tema que enuncia el título sino adicionalmente un marco teórico que se afianza en la historia social de este territorio en el cual se encuentra inserta esta bella y noble ciudad de Purranque, Es una publicación que debiera ser de lectura obligatoria no solo en el campo académico sino también por todos los habitantes de la Región.
Si ustedes hacen la fiesta del huevo azul no menor debiera ser la fiesta de la chicha, consideren ustedes la propuesta de Marcelo, si están buscando más identidad aquí hay un producto que aun subsiste y cuyos cultores y productores solo necesitan un sello patrimonial y sobre todo un control de calidad que asegure un producto único (como la champaña, el Oporto, la ginebra, el pisco) en mi Osorno es cada día más difícil encontrar Chicha sin bautizar.
No puedo eludir un tema delicado: las bebidas espirituosas (así se le llamaba al alcohol en el tiempo) consumidas en extremo son peligrosas para la salud humana y la sociedad. Los sectores más conservadores la califican como un vicio que degrada al hombre y amenaza a la familia, y por ende a la sociedad toda. ¿Como entonces existe el consumo libre de vinos? (principal producto de exportación y bebida de alta consideración social) recuerden ustedes que la sagrada eucaristía de la religión más dominante en chile utiliza el vino como símbolo de la sangre de cristo, los licores se expenden sin control alguno (hace un tiempo atrás obligaban a los supermercados a exigir cedula de identidad a los compradores de vino, eso se ha ido olvidando de a poco, el feroz marketing del vino y el aguardiente permiten el desarrollo del valle del Aconcagua y del valle de Elqui y nadie se escandaliza por ello. Sinceramente no entiendo esta hipocresía social que olvida que desde siempre el hombre bebió como un acto ritual y a veces sagrado.
La chicha tiene un pariente famosísimo y muy preferido pariente “El Vinagre de Manzana”, insuperable como aliño de cualquier ensalada.
Recordemos que durante la Ley seca, se bebió mas que nunca en estados unidos y aparecieron las más feroces mafias. Queramos o no nuestro cuerpo humano necesita poner en su cuerpo estos deliciosos brebajes y sinó: con que brindaría Alfredo en la famosa aria dela traviatta “Libiamo ne’ lieti calici” (Con brindis en los felices cálices). Con que brindarían los padres por el nacimiento de sus hijos, los novios en su boda, y el gloriado en los funerales, con que lo harían los triunfadores deportivos sino les proveemos de líquido ¿para que serviría la copa del campeón?
El brindis es una expresión de alegría y celebración o sea el brindis con Chicha como cualquier otro bebestible no es el problema, la frecuencia con la que se hace en un período corto de tiempo es el verdadero problema.
Invito a beber con moderación y negarse a libar si usted va a manejar un vehículo como decía un cantante popular (muy venido a menos en estos tiempos) hay que medirse para beber (desde el guargüero hasta el estómago yo mido 10 litros de chicha con chuico y todo).
Felicitaciones amigo por este libro que inicia su camino por la mente de miles de personas quienes en definitiva juzgarán tu trabajo.
¡Como dijo Víctor Jara “Usted no es na ni chicha ni limoná” o como dijo Fernando Alegría “entre ponerle y no ponerle, más vale ponerle! Digo yo.
Salud.
FUENTE:
Portal corporativo Centro para el Progreso de la Provincia de Osorno (CENPRO), www.cenpro.cl, URL., https://www.cenpro.cl/news/lanzamiento-de-libro-en-purranque